viernes, 15 de febrero de 2013

Apple - Kiwi - Crumble


Esta semana, para el postre, nos trasladamos al Reino Unido de la batalla de Inglaterra, allá por 1940. El crumble dicen que se originó entonces y que es un dulce derivado de la escasez de alimentos y del racionamiento en tiempos de guerra. Si no había suficiente cantidad de ingredientes para hacer una tarta, siempre se podía pillar algo de aquí y de allá, combinarlo de forma más pobretona y quedar resultón dentro de las posibilidades de cada momento. Lo justo para quedar bien, y de paso subir la moral de la retaguardia. Será por mi imaginario típicamente audiovisual, pero yo no puedo dejar de imaginarme una cena inglesa y, pongamos por caso, a la Angela Lansbury de La bruja novata, sirviendo un crumble como ese "algo de postre" elaborado y degustado de manera exquisitamente civilizada mientras los aviones nazis sobrevuelan las cabezas de los comensales. Todo muy flemático. Muy inglés. Realmente admirable. ¡God save the Queen!

Así pues, aquí tenéis nuestro crumble, que añade a la manzana original una cantidad nada despreciable de kiwi. Porque se supone que los mejores son los elaborados con frutas ligeramente ácidas. Por ejemplo, este de frutos rojos de canal cocina, del que hemos copiado las proporciones para la masa. Lo normal es hacerlo en un cacharro de horno grande, pero a nosotros nos dio la vena de hacerlos individuales. El resultado fue muy bueno, a juzgar por las críticas recibidas de mi grupo de conejillos de indias del cine club golfa, a los que aprovecho para saludar y agradecer su buena disposición para dar buena cuenta de nuestras pruebas fallutas.




Bueno, no nos enrrollemos más y vamos con la receta:
 
Ingredientes (para seis cuencos individuales, aprox.):

2 manzanas grandes
6 kiwis
180 gr de harina
120 gr de mantequilla
120 gr de azúcar

 Preparación:

1. Con media hora de antelación, saca la mantequilla del frigorífico y córtala en dados.
2. Pon música y enciende el horno a 200º
3. Pela las manzanas, descorazónalas y cortalas en dados de un cm. aprox. Pela los kiwis, córtalos en cuatro trozos verticalmente, y luego haz rodajas. Obtendrás unos triángulos monísimos.
4. Coloca una capa de manzana en el fondo de cada cuenco. Sobre la manzana, coloca el kiwi. Llena de fruta los cuencos, casi hasta el borde.
5. En un bol amplio, echa la harina, la mantequilla y el azúcar.
6. Mezcla suavemente con las puntas de los dedos, integrando todo, pero sin amasar.
7. Sigue así, no mucho tiempo, hasta lograr una textura de arena gruesa.
8. Coloca una capa generosa de la arena de 8 sobre el kiwi, haciendo un poco de montañita en el centro.
9. Hornea a 180º durante 40 minutos, o hasta que veas que la superficie está dorda, pero sin que se chumasque.
10. Pasados unos minutos, está listo para servir. Se puede tomar caliente o o dejar que se temple un rato, pero nunca debe estar frío de la nevera.

6 comentarios:

  1. Me encanta "La bruja novata" y el apple-crumble, sobre todo acompañado de un poco de crema inglesa, ya sabéis, esas natillas líquidas.
    Sólamente he comido una vez el apple crumble, y venía en cacharritos individuales. Fue una velada inglesa en el Hilton Warwick. Y me encantó el postre.
    El crumble estaba más clarito que el que probé en el cineclub.

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  2. Por cierto, muy buena idea lo de la crema. También combina muy bien con helado o nata

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  3. En todo caso tiene muy buena pinta. Gracias por tu visita y tu comentario, un cordial saludo.

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  4. Muy bueno, con una bolaza de helado de vainilla....

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    1. Pues sí, una delicia con helado, con crema. solo, en caliente, en frío, como sea. Con que sea un pelín ácida la fruta que le añadas y con tener un poco de cuidado con el horno para no pasarse, sobra. Un saludo, Javi, y gracias por pasarte a comentar!

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