Aunque nuestro alter ego choricero sea el malencarado, rudo y terrible Masamadre (al que habréis visto por el facebook del asaltablogs), no podemos negar que en el fondo, como todos nuestros malotes predilectos, tenemos nuestro coranzocito, un rincón de ternura que todavía no está negruzco del todo. El caso es que cuando entró en la cocina de El mito del sofrito a llevarse de todo lo que hubiera, y había mucho y bueno, Masamadre se quedó un momento parado delante de este plato de garbanzos y le vino a la cabeza cómo su abuelo, no hace tantos años, ponía en grandes esterillas, al sol del patio, tomates a secar, y acabó de emocionarse cuando se recordó mordiendo uno de aquellos tomates y sintiendo una explosión de sal y sabor en su boca. Total, que emocionado como estaba, se dejó llevar por la nostalgia, dejó atrás un montón de fantástico botín para el resto de ladronzuelos, y se fue para casa con una sencilla ensalada de garbanzos, pero con una sonrisa de oreja a oreja.
En fin, contada la historia de la elección de receta, sólo nos falta dar cuenta de nuestras innovaciones con respecto al original: Cómo le veíamos un toque como de humus sin pasar por la batidora, le hemos añadido el sésamo tostado, y para que sea aún más moruno, hemos cambiado el curry del mito por ras-el-hanout, esa mezcla de especias que nos tiene comido el seso últimamente. Y nada más, una receta sencilla pero buenísima, y 100% vegetal. La receta original la tenéis aquí, y para los despistados que aún no sepan de qué va esto, toda la información de #elasaltablogs está en esta página de Gastroandalusí, el blog de la jefa.