domingo, 26 de octubre de 2014

Asalto 2.02: Ensalada de garbanzos con tomates secos

Aunque nuestro alter ego choricero sea el malencarado, rudo y terrible Masamadre (al que habréis visto por el facebook del asaltablogs), no podemos negar que en el fondo, como todos nuestros malotes predilectos, tenemos nuestro coranzocito, un rincón de ternura que todavía no está negruzco del todo. El caso es que cuando entró en la cocina de El mito del sofrito a llevarse de todo lo que hubiera, y había mucho y bueno, Masamadre se quedó un momento parado delante de este plato de garbanzos y le vino a la cabeza cómo su abuelo, no hace tantos años, ponía en grandes esterillas, al sol del patio, tomates a secar, y acabó de emocionarse cuando se recordó mordiendo uno de aquellos tomates y sintiendo una explosión de sal y sabor en su boca. Total, que emocionado como estaba, se dejó llevar por la nostalgia, dejó atrás un montón de fantástico botín para el resto de ladronzuelos, y se fue para casa con una sencilla ensalada de garbanzos, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

En fin, contada la historia de la elección de receta, sólo nos falta dar cuenta de nuestras innovaciones con respecto al original: Cómo le veíamos un toque como de humus sin pasar por la batidora, le hemos añadido el sésamo tostado, y para que sea aún más moruno, hemos cambiado el curry del mito por ras-el-hanout, esa mezcla de especias que nos tiene comido el seso últimamente. Y nada más, una receta sencilla pero buenísima, y 100% vegetal. La receta original la tenéis aquí, y para los despistados que aún no sepan de qué va esto, toda la información de #elasaltablogs está en esta página de Gastroandalusí, el blog de la jefa.

viernes, 17 de octubre de 2014

Espaguetti con setas, almejas y gambas


Esta semana, mira tú por dónde, he estado pensando en una película de 1991 (friki que es uno), que creo que es un buen momento para volver a ver. Dirigida por Enrique Urbizu y protagonizada por María Barranco y Antonio Resines, entre otros, relataba como el ser humano es capaz de caer muy abajo por un puñado de billetes. La película se llama Todo por la pasta, y aprovechamos para recomendárosla; siempre podréis encontrar algo que entronque con la actualidad. Aunque en la peli de Urbizu vemos a un grupo de mindundis de baja extracción social que con el tiempo se han demostrado mucho menos peligrosos que los señores trajeados con los que nos toca bregar hoy día.

Y bueno, como para hablar de cine ya tenemos otros foros, vamos a lo que vamos. A una receta de pasta con frutos de mar (qué cursi nomenclatura) y otoñales setas que nos quedó estupenda. Sí, ya sé que para ceñirnos a las noticias de estos días debería haber sido pasta nera (o negra, o black, o como queráis llamarla) pero bastante negros estamos los de siempre, así que la de hoy, con tomate. 

viernes, 10 de octubre de 2014

Ternera en salsa con aceitunas verdes


Coger un trozo de buen pan y mojar en una salsa suculenta es uno de los placeres sencillos y baratos más tremendos a los que puede optar el ser humano. Y esa es una de las cosas que más nos gusta del plato de hoy. La carne está rica, es verdad, pero parece que generosamente lo mejor de su sabor lo ha regalado en la cazuela a la salsa que la acompaña. La combinación puede parecer algo bizarra, sobre todo por el uso de aceitunas rellenas de anchoa (en el original, esta receta de Bruno Oteiza, eran simplemente deshuesadas, pero nosotros nos lanzamos a la piscina porque en el momento de ponernos a cocinar en casa sólo teníamos rellenas). Pero os aseguramos que el resultado merece la pena. De toma pan y moja, vamos. De dejar el plato reluciente. Como si no hubiera un mañana.

(Nota: Igual con la que está cayendo esta última semana la última frase me la podría haber ahorrado, porque en El Tio Pep somos, afortunadamente, poco amigos del alarmismo gratuito y del apocalipsis televisado. Así que lo vamos a dejar ahí, que al fin y al cabo somos un blog de recetas y las opiniones sobre crisis mundiales las debemos dejar para otros foros)

viernes, 3 de octubre de 2014

Galletas irregulares de zanahoria y naranja


Viendo la foto de la receta de hoy, me ha venido a la cabeza un asunto del todo intrascendente, que os importará tres pepinos pero que aún así voy a compartir con vosotros dado mi natural cansino: cuando salgo de excursión o viaje, siempre, invariablemente, me pasa que veo un pedregal, unas hojas secas amontonadas, un charco donde se refleja una rama, etc, y me lío a a hacerle fotos diciéndome "esta para fondo de escritorio". Lo normal, claro, es que cuando llegas a casa la foto en cuestión resulta ser una decepción absoluta y ves que el entusiasmo viajero se pega de bruces con el realismo del regreso. "¿Quien me mandaba a mi hacerle fotos al suelo?" es todo lo que aciertas a decirte a ti mismo.

El caso es que hoy nos han quedado unas galletas que así puestas en fila tienen como un no se qué de forma de guijarros que oye, las hemos puesto de fondo de escritorio y no han quedado mal del todo. Tienen la gracia de ser cada una de su padre y de su madre porque se hacen sin ningún molde, poniendo montoncitos en la placa del horno y dejando que el calor las aplane y las dore. Es mejor comerlas recientes porque tienden a ablandarse. Aunque eso no será un problema, porque están riquísimas, si alguien quiere dejar en comentarios algún truco para conservar las galletas crujientes, será más que bienvenido. Por cierto, la receta está basada en la del blog entre cupcakes y galletas.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Asalto 2.01: Tarta-flan de almendra, galletas y tocino de cielo

A los que nos gustan las series así un poco en plan friki el inicio de una nueva temporada siempre nos genera una mezcla de nervios, expectación y temores. Siempre recuerdo como mi favorito el inicio de la segunda temporada de Lost, serie mítica de cuyo estreno se cumplen estos días diez años, un gran momento de la historia de la TV que, cómo  no, está en Youtube. Mi favorito hasta ahora, porque hoy empieza la segunda temporada de...(suenan tambores y fanfarrias) El Asalta Blogs. Como todas las buenas series, hemos renovado para doce nuevos capítulos de esta interesante trama policíaca. Cada mes un nuevo capítulo en el que siempre sabes quien será la víctima pero no qué métodos y artimañas utilizarán los cacos en esta ocasión. Y lo mejor es que no somos meros espectadores, sino que los guiones los vamos escribiendo sobre la marcha entre todos.

Y para empezar, un plato fuerte. Auténtico subidón de azúcar, verdadero festín glucémico el que nos vamos a dar con el botín saqueado de la cocina de Churretes de Cocholate. Todas sus recetas tienen una pinta estupenda, pero nosotros nos hemos decantado por este flan-tarta-pan de calatrava-puding o como queráis llamarlo, que guarda una sorpresa porque cuando lo horneas se separa en dos capas, creándose como una base de bizcocho. Es muy fácil y aunque necesita algo de tiempo en el horno, merece la pena. Nuestra receta es prácticamente calcada de la original, solo que la hemos hecho con forma de rosca y le hemos añadido un poco de nata a la mezcla. Y está riquísimo oiga! 

martes, 16 de septiembre de 2014

Mermelada de cebolla, con manzana y miel

En el documental de 1966 The endless summer, el director Bruce Brown seguía a unos jóvenes surferos americanos en busca de la ola perfecta, viajando de playa en playa, en un verano sin fin, como indica el título. Es todo muy chupiguayfenomenal, claro: Si eres un surfero la perspectiva de un verano que no acabe nunca puede ser un sueño, pero si estás a mitad de septiembre, te tienes que ir al trabajo y estás en plena ola de calor se convierte en una pesadilla. Eso ha sido precisamente el inicio de curso este año en la Comunidad Valenciana para miles de docentes y alumnos, por ejemplo. Pero eso es otra historia, nosotros hoy veníamos con el tema del verano sin fin porque la mermelada, de siempre, nos ha parecido como muy de final de verano: coges los excedentes de fruta de la opulenta estación estival, y los conservas para momentos menos propicios. Esto hoy en día, que la fruta crece todo el año en los viales del súper y el verano parece no tener fin, tiene menos sentido, pero en épocas pasadas, la forma de recuperar un poco del sabor y la abundancia del verano en pleno invierno era tirando de conservas. Por ejemplo, haciendo mermelada. Y allá que nos hemos ido nosotros, a hacer mermelada. La experiencia ha sido más que satisfactoria, e iremos probando más variedades. Os animamos a que vosotros también lo hagáis. Algunas recetas que hemos encontrado incluyen pectina, pero si usamos fruta rica en la misma podemos prescindir de aditivos. A nosotros nos ha salido bien la jugada de añadir un porcentaje de manzana y sustituir un poco del azúcar por miel. Esta mermelada de manzana está espectacular con quesos fuertes, con el foie o acompañando un asado, o simplemente sobre una tostada untada de queso crema, en el desayuno, y con un café con leche. Seguro que vosotros le encontráis más usos. La inspiración de la receta la cogimos de Directo al Paladar (aunque la hemos cambiado mucho) y la técnica de estirilización se la hemos copiado al Capitán Rábano de esta estupenda receta de mermelada de moras, limas y pimeinta rosa (ahí es nada). La nuestra, a continuación:

sábado, 6 de septiembre de 2014

LA magdalena (receta de Xavier Barriga)

Clásicas a la izquierda, integrales a la derecha
Ya estamos de vuelta de vacaciones, y tras un parón (demasiado largo en nuestro caso) no hay nada como un regreso al origen para tomar impulso y subir esta cuesta de septiembre. Por eso nosotros retomamos la senda del bloguerismo (no significa que nos vayamos a poner a postear a tope, que la cabra tira al monte y el perezoso a la pereza) allá donde la empezamos.

Porque las aventuras culinarias del tio Pep empezaron un día que se le ocurrió hacer un bizcocho con una sencilla receta cuyas cantidades se medían en vasitos de yogur (este) y el fascinante espectáculo de verlo subir en el horno le convirtió para siempre en un yonki de la cosa esta de la alquimia culinaria. Y el día que, innovando a tope, se le ocurrió poner la misma masa en cápsulas individuales y hacer algo parecido a magdalenas, se sintió un vanguardista y le dio por abrir este blog.

A partir de ahí las recetas de magdalenas se han convertido en un clásico por aquí, las hemos hecho crujientes, con chocolate y almendra, en cadena, entre otras... y ahora nos llega una nueva versión proveniente del libro de un panadero del que todos habréis oído hablar: Xavier Barriga. Lo mejor de esta receta es que es infalible si se siguen las instrucciones al pie de la letra. El libro tiene un montón de variedades, algunas de las cuales ya hemos probado e irán desfilando por aquí.

Pero hoy, como dijo el Dr. Lecter: "primeros principios, Clarisse": La versión más clásica, por partida doble, de LA magdalena, una integral y una con harina blanca. La segunda está mejor, para qué engañarnos, pero la primera es más sana y ayuda al tránsito, así que vosotros mismos.


miércoles, 18 de junio de 2014

Magdalenas de te verde y chocolate


Hoy quiero empezar confesando que cuando hicimos esta receta nos dominó un poco el escepticismo con el resultado. 

La causa fue que en la foto del libro del que la sacamos (aquel que compramos en Londres, o sea) no se les veía ese color tan de brownie a causa de un precioso y verdísimo frosting de buttercream con té matcha. Pero ya sabéis que nosotros somos bastante antifans de esos empalagosos copetes 100% materia grasa, así que decidimos no ponerlo. El caso es que una vez mezclados los ingredientes de la masa, nos asaltaros las dudas. "Esto está muy negro" "No se va a notar el té" "Lástima de faena de infusionar la leche" y cosas así.

Pues oye, nada más lejos de la realidad. El matiz del té es suave, sí, pero ahí está, y la combinación del té y el cacao queda estupenda. Si no os pasáis de tiempo en el horno, y sois estrictos con las cantidades no vais a fallar. 

No pretendía acabar con una moraleja, pero con estas magdalenas aprendimos que el escepticismo, queridos amiguitos, no es siempre la mejor opción. A veces las cosas funcionan cuando menos esperas que funcionen, en la cocina y en la vida. Sin saber muy bien cómo, a veces simplemente la magia irrumpe. Pero el escepticismo puede evitarnos verla y que pase de largo.

Bueno, vale de filosofía y vamos al lío:


lunes, 26 de mayo de 2014

Asalto de mayo: Plum-Cake rústico de manzana y frutos secos


Este mes llegamos tarde al reto de nuestros amores. Esta semana, de hecho, hemos estado a punto de llegar tarde a casi todo, pero eso es otra historia. El caso es que nos hemos acumulado un montón de cosas irrenunciabes en muy poco tiempo, y hemos llegado a todas menos a una, que es el asaltablogs. Muy mal, ya que encima este mes es el asalto número doce. Cumplimos un año! Pedimos disculpas por el retraso, pues, a toda la banda.

El caso es que, cuando hemos llegado a la cocina que había que asaltar, la fantástica colección de recetas de Mara en Más dulce que salado, era todo un caos de  cacharros sucios, mondas de patata y desorden en general. Vamos, que era como si un ejército de malhechores hubiera arrasado con todo. Y eso era exactamente lo que había pasado. El caso es que tras mucho rebuscar, encontramos en un rincón un plato que alguien había olvidado con unas nueces y unas manzanas. Como nosotros somos ladrones previsores, siempre llevamos en la bolsa de asaltar nuestros frasquitos de especias favoritos, y mira por donde, había un botecito de canela molida. Manzana, nueces y canela es una de esas combinaciones que ganan siempre, así que lo tuvimos fácil. Elegimos esta receta de plum cake de manzana y frutos secos, le hicimos los cambios necesarios para adaptarnos a lo que llevábamos puesto (la receta original lleva chocolate y mermelada que no teníamos) y justo antes de salir de viaje el sábado desmoldábamos esta rústica versión que es como comerse una manzana asada con forma de bizcocho de lo jugoso que queda. Y ahí nos quedamos, ya no hubo tiempo para más. Eso sí, una auténtica delicia que el domingo, a nuestro regreso, conservaba toda la humedad del primer día y seguía estando riquísima.

Venga, sin más preámbulos pasamos a la receta, que ya va siendo hora:


domingo, 27 de abril de 2014

Asalto de abril: Pannacotta y pannacotta de fresa

La primavera es una señora muy simpática, pero también es un poco sinvergüenza si me permitís la expresión. Porque mientras nos regala campos floridos y deseos enardecidos de interactuar con nuestro entorno (de las más diversas manera, ya me entendéis) a la vez nos genera eso tan bonito que son las alergias primaverales, o sea que cuanto más te acercas a tu deseo, más desagradable puede ser la reacción que se produzca. Y moqueos aparte, qué se puede esperar de una estación que igual te dice que te altera la sangre, te acelera el pulso y te estresa de pura hiperactividad, que se inventa aquello de la astenia primaveral, una especie de síndrome que te deja chafado y hecho una piltrafa. Por no hablar del resfriadom que nos pillamos cada año el día que salimos a la calle en manga corta porque ayer sudamos la chaquetilla y precisamente en ese momento cambia el tiempo y nos congelamos. Total, que mucho cuidadito con la primavera, que es muy voluble.
Todo esto venía a cuento porque en la receta de hoy, correspondiente al asaltablogs del mes de abril y extraída de esta del fantástico blog Tartis y Más, utilizamos una fruta típicamente primaveral que también es un poco sinvergüenza: las fresas (en realidad fresones, que es lo que se comercializa) son esas frutas que te llaman la atención en el súper, tan rojas y tan preciosas que no puedes sino llevártelas a casa y en cuanto quitas el plástico a la cestita, empiezas a sacar unas pochas y otras tiesas como madera y te quedas con menos de la mitad que valgan la pena. como con la primavera, hay que andarse con cuidado con las fresas. Hecha esta salvedad (comprad más fresas de las estrictamente necesarias, porque alguna acabará en la basura, inservible) el postre de hoy es de lo más fácil y resultón que ha pasado por aquí. Ya veréis qué sencillito.




miércoles, 16 de abril de 2014

Galletas de mantequilla, hechas con sello


Hoy, una demora injustificada, una consulta científica y una recomendación blogueril. Tres por el precio de uno, en El Tio Pep. Los que nos sigáis en facebook os habréis dado cuenta de que esta receta lleva ya tiempo en cartera, porque publicamos estas mismas fotos con gran alborozo hace ya algún tiempo. Por aquel entonces alguien nos acusó de ser "unas malenis de libro" y del shock subsiguiente nos hemos resistido a publicarla todo este tiempo. El bribón en cuestión se llama Javier, dueño del blog cocinar con-ciencia que todos conoceréis por publicar las más acertadas crónicas de los realitys cocinillas de la tele. No debería recomendarlo porque me llamó Maleni, pero se lo perdonaremos, ya que esta entrada incluye una consulta para su sapiencia científica. 

A ver, Don Javier, el secreto para que estas galletas hechas con sello salgan con su forma perfecta y no se desparramen cual pinstrosity es que entren en el horno lo más frías posible, procedentes del frigorífico, truco que pillamos de esta entrada de Uno de dos. ¿A qué ley de la termodinámica responde esto? Espero su aportación en la zona de comentarios. 

Por lo demás, la primera versión que hicimos resultó un poco insulsa, así que les hemos añadido la almendra, que es un comodín. En cuanto al sello, lo compré impulsivamente en esa especie de hijo bastardo de un ikea y un bazar chino que son las tiendas Tiger. Es de silicona, algo más engorroso pero mucho más barato que los de verdad de la buena, pero funciona relativamente bien.


domingo, 30 de marzo de 2014

Asalto de marzo: Galletas de muesli

Otra vez está aquí el asaltablogs, fiel a su cita con el último domingo de mes. Hoy os traemos unas galletas de cereales semi-integrales muy pero que muy sanas que son ideales, mira por dónde, para desayunar un domingo tranquilamente. Este mes el blog asaltado es Postres originales. os recomendamos mucho que os paséis por allí a dar una vuelta. Nosotros hemos elegido estas galletas que Pilar publicó para San Valentín con forma de corazón y una bonita decoración de glasa real. Si queréis añadirle el toque cuqui, podéis ver la receta original, decoración incluida, aquí.

Por cierto, os recuerdo que todo este tinglado es producto de la maléfica mente criminal de Conxy, del blog Gastroandalusí que ha pesar de las complicaciones de la vida moderna está siempre ahí al pie del cañón dándolo todo para ser la lideresa de esta banda de ladronzuelos tan arrojados pero a la vez tan majetes que se reúne cada fin de mes. Es un placer ir por ahí robando con vosotros y vosotras, compañer@s! Y un abrazo muy fuerte para la jefa después de una semanita complicada!

Ya veis que la primavera me baja los niveles de ironía y me pone un poco tontorrón, y eso que no les he puesto la glasa a las galletas!


miércoles, 26 de marzo de 2014

Dipeando que es gerundio (III) : Huevotomate

Esta es la especie de sección que tenemos de diferentes salsas espesas de alrededor del mundo para poner con unas tostaditas, unas simples patatas de bolsa o unas crudités (que es un nombre un poco maripiji para llamar a unos bastoncitos de verduras crudas)  y mojar como si no hubiera un mañana. Hoy, sin embargo, no vamos a irnos de viaje a exóticos destinos mediterráneos como ya hicimos en nuestras dos anteriores ediciones (el hummus y el satziki) sino que no vamos ni a salir a la puerta de casa. Porque antes de que nos volviéramos tontos y aprendiéramos palabras como dipear, crudité, esferificación o, pongamos por caso, vegano, nuestros antepasados tenían una cosa que llamaban algo así como moje, que te solucionaba una cena con un buen trozo de pan y algo para mojar con él, normalmente algo sencillito, una ensalada con caldico o una fritanguita de verduras del huerto, que no estaban los tiempos (como ahora mismo, pero en plan bestia) para muchas alegrías cárnicas. 

Una de esas cosas es esta especie de revuelto que no tiene más que dos ingredientes, pobre pero resultón, y tan fácil que nos costará llegar a los diez pasos en la receta. Nosotros lo hemos hecho tal cual en varias ocasiones pero hoy lo hemos sofisticado mínimamente con una cucharadita de miel que le aporta un toque diferente, pero sin alejarnos demasiado del original. La única clave es no pasarse con el aceite, o bien escurrirle muy bien el sobrante antes de emplatar. Lo hemos acompañado de pan recién tostado en rebanadas finas y, por cierto, el nombre nos lo acabamos de inventar.

¿Vamos al lío?

Ingredientes (para cuatro dipeadores): 

400 gr de tomate triturado (un bote de los normales)
2 huevos
2 cucharadas de aceite aprox
1 pizca de sal
1 cucharada de miel
1 barra de pan 

1. Pon música y calienta el aceite en una sartén.
2. Añade el tomate y mueve bien. 
3. Añade una pizca de sal. Sofríe diez minutos.
4. Casca los huevos en un cuenco y bátelos un poco con un tenedor.
5. Añade la miel al tomate y sofríe un par de minutos más sin dejar de mover.
6. Incorpora el huevo y no pares de mover la mezcla hasta conseguir la textura deseada (esto va a gustos, a nosotros nos gusta más consistente, como ves en la foto).
7. Corta el pan en rebanadas finas.
8. Tuesta el pan.
9. Sirve el pan caliente con el huevotomate a temperatura ambiente o aún templado.
10. Degústalo en buena compañía, compartiendo esta especie de chute de autenticidad que te deja patitieso.